La sopa de miso ( 味噌汁 misoshiru) es un plato fácil de hacer y un básico en la dieta japonesa. En Japón se come con casi todas las comidas que van acompañadas también de arroz. Es tan básico que incluso se toma para desayunar. Reconfortante especialmente en invierno, el autor Junichiro Tanizaki rememora en su libro El elogio de la sombra la sensación de sostener entre sus manos el peso de una sopa de miso contenida dentro de un ligero cuenco de madera mientras observaba cómo el blanquecino caldo de miso emergía enturbiado sobre el oscuro fondo de laca negra del cuenco. Pura poesía para un plato que nos invita a la relajación y contemplación, para reconfortarnos en cuerpo y alma.
La sopa de miso se compone de dos ingredientes esenciales: dashi, que es la base de la sopa, y miso (pasta aromatizada de soja) que es disuelto en el dashi.
El dashi es un caldo claro elaborado con alga kombu o kelp y copos de bonito seco (katsuobushi). En nuestro país estos ingredientes se pueden encontrar únicamente en tiendas especializadas, mientras que en Japón es normal encontrarlos a granel en los mercados. También es posible adquirir caldo dashi instantáneo en polvo (dashinomoto だしの素) que se mezcla con agua, aunque la versión casera siempre sabe mejor.
El segundo ingrediente clave es el miso, elaborado a base de una pasta de habas de soja hervidas a las que se añade sal y kôji (arroz, trigo o cebada malteados que actúan como un fermento). Según el tipo de kôji empleado el miso será de un tipo u otro: miso blanco (shiro miso), rojo (aka miso) o marrón. Según el área geográfica de Japón, predomina el uso de un tipo de miso u otro, siendo el miso blanco más típico en el norte, el marrón en el centro y el rojo en el sur (a grandes rasgos). Para la sopa de miso se utiliza sobre todo el miso blanco que al contener arroz aporta un sabor más suave y menos salado, aunque os confiero que a mi el que más me gusta es el miso rojo
Por otra parte, los ingredientes más habituales en esta sopa son el tofu en forma de cubitos, las algas wakame y cebolleta. Puede llevar otros ingredientes como verduras (patataas, zanahoria, espinacas, daikon, etc), carnes, pescados o setas.
Región: Asia – Japón Servicios: 4 Dificultad: Baja Tiempo de preparación del dashi: 2 horas Tiempo de preparación de la sopa: 10 minutos Fuente: ComerJapones |
Ingredientes
- 800 ml de caldo dashi*
- 10 gr de alga wakame deshidratada
- 60 ml (unas 4 cucharadas soperas) de pasta de miso blanco
- 150 gr de tofu blando (preferiblemente fresco)
- 1-2 cebolletas chinas (o cebolleta tierna si no encuentras)
Para el caldo dashi
- 1 l. agua
- 20 g. alga kombu disecada
- 20 g. copos de bonito seco (katsuobushi)
- 1 cacerola
- 1 colador
- 1 paño de muselina
Preparación del dashi
Pon en remojo las tiras de alga kombu en el litro de agua para que se hidraten, durante al menos 2 horas (no es recomendable sobrepasar las 5 horas en remojo para evitar que el alga libere su viscosidad y sustancias de sabor amargo).
Posteriormente, pon 1 litro de agua con el alga kombu en una cacerola a fuego vivo. Justo antes de que rompa el hervor, cuando se inicie el burbujeo, retira el alga kombu del agua con unas pinzas o palillos de cocina. Deja que el agua hierva durante 1 minuto más y, acto seguido, apaga el fuego.
Añade los copos de bonito al agua para que infusionen en el agua durante 15 minutos más. Al cabo de este tiempo, los copos se habrán hundido al fondo.
Forra el interior de un colador con paño de muselina y cuela el caldo en un cuenco. Recoge las esquinas del paño para exprimir con suavidad los copos de bonito que han quedado, de modo que suelten el agua sobrante, pero sin apretar demasiado, dejando que acabe de gotear.
Preparación de la sopa de miso
Corta el tofu cuidadosamente en dados de aproximadamente 1 cm y reserva.
Vuelve a colocar el caldo resultante en la cacerola, y calienta a fuego lento.
Vierte una parte de caldo dashi en un cuenco aparte y disuelve la pasta de miso. Pon suficiente caldo dashi como para que se diluya bien.
Paralelamente, añade el alga wakame al caldo y cuece a fuego lento de 1 a 2 minutos, hasta que se hidrate y se expanda.
Una vez disuelto el miso, vierte la mezcla nuevamente en la cacerola.
Añade los dados de tofu y sigue calentando durante 1 minuto más.
Presentación
Sirve de inmediato en cuencos individuales, aderezando cada ración con finas rodajas de cebolla tierna espolvoreada por encima de la sopa (preferiblemente de la zona verde del tallo).
Es importante que la pasta de miso no hierva en ningún momento.
Si no dispones de tiempo para preparar el dashi puedes optar por una versión menos ortodoxa y muy simplificada de la sopa de miso en que simplemente disuelves la pasta de miso en agua recién hervida (sin nada) o en caldo dashi instantáneo, añades el alga wakame, los dados de tofu, la cebolleta cortada y… voilà!
Si no tienes alga wakame pero da la casualidad que tienes alga nori, córtala en pequeñas tiras y espolvoréala por encima.
Esta sopa que hemos preparado es una versión muy tradiconal, pero hay muchas otras versiones con más ingredientes. Por ejemplo, para enriquecer aún más tu sopa de miso prueba una versión con setas shiitake y espinacas, con almejas o mejillones al vapor, con brócoli cocido, con un poco de arroz y langostino… Es cuestión de dar rienda suelta a tu imaginación.