¿Qué es la galanga?
La galanga es un tallo subterráneo muy aromático, similar al jengibre y que se usa como ingrediente culinario, especialmente en la cocina asiática.
Además, la galanga se ha usado como remedio en algunas medicinas tradicionales como la medicina china.
Pertenece a la familia de plantas herbáceas Zingiberaceae, al igual que el cardamomo, la cúrcuma y el jengibre.
La galanga también se conoce con otros nombres, como:
- Galangal.
- Jengibre azul.
- Jengibre tailandés.
- Raíz de galanga.
El nombre de galanga se utiliza para referirse al tallo subterráneo o rizoma de estas cuatro plantas:
- Alpinia galanga: también se conoce con el nombre de galanga mayor o galanga verdadera de la india. Es originaria de Java y en Indonesia también se la conoce con el nombre de Laos. Su piel es entre marrón y anaranjada y su interior puede ser blanco o amarillo pálido. Suele comercializarse en láminas o en polvo. Se usa como condimento en Tailandia, Malasia, Indonesia, Camboya, sur de China, Vietnam y algunas partes de la India. Tiene un sabor dulce y picante y un aroma que recuerda al jengibre, al alcanfor, a la pimienta negra y a las acículas de pino.
- Kaempferia galanga: también llamada galanga negra, kencur o jengibre de arena. Se usa como condimento en el sudeste asiático. Su piel es roja y su interior blanco. Su aroma y sabor son dulces con toques picantes.
- Boesenbergia rotunda: también conocida como jengibre chino.
- Alpinia officinarum: se la conoce también con el nombre de galanga menor y es originaria de China, aunque su uso es reducido en la cocina de esa región. Sí se usa como condimento en Indonesia e Indochina. Su interior es entre marrón y rojizo y es muy aromática. Su aroma recuerda al del jengibre y su sabor recuerda también al jengibre y es algo picante. Tiene un sabor más dulce que el de la Alpinia galanga.
De estas 4 plantas, la que se usa más habitualmente en la cocina es la variedad Alpinia galanga. Por eso, cuando escuches hablar de galanga lo más normal es que se estén refiriendo a esta planta.
Actualmente la galanga no es demasiado conocida en el mundo occidental. Sin embargo, esta especia era muy apreciada en Europa durante la Edad Media.

¿A qué sabe y huele la galanga?
La galanga fresca tiene un aroma y un sabor muy refrescantes. Su sabor es ligeramente especiado y es tanto dulce como picante.
Este sabor resulta tan característico que resulta difícil sustituir esta especia. El sabor de la galanga fresca nos recuerda al del jengibre, la pimienta negra, las acículas de pino e incluso al alcanfor y al abeto.
En cambio, la galanga seca tiene un sabor no tan refrescante y más especiado, con algunos matices que recuerdan a la canela.
¿Cómo se utiliza la galanga?
Si se trata de galanga fresca debes utilizarla como el jengibre. Retira la parte exterior del rizoma y una vez retirada esta especie de piel, puedes cortarla en rodajas, picarla finamente, machacarla en un mortero o rallarla, en función del tipo de receta que vayas a elaborar.
Si se trata de galanga seca, rehidrátala en agua tibia. Una vez rehidratada el tratamiento será similar al de la galanga fresca.
Si utilizas galanga fresca o seca cortada en rodajas, retírala una vez finalizado el plato pues ya habrá aportado todo su aroma y sabor y su textura no resulta demasiado agradable, resultando demasiado dura y correosa.
En caso de que estés utilizando galanga en polvo, simplemente tendrás que añadir la cantidad deseada.Una cucharada de té de galanga en polvo equivale aproximadamente a una rodaja de galanga fresca o seca.
Usos de la galanga en la cocina

La galanga es muy usada como especia en diferentes cocinas asiáticas como la cocina tailandesa, indonesia y vietnamita, para aportar su característico sabor y aroma a todo tipo de sopas, salsas y caldos.
Añadiendo unas rodajas de galanga a cualquier caldo, obtendrás un delicioso toque exótico y muy aromático que te transportará automáticamente al sudeste asiático.
También suele utilizarse en recetas de pescado y marisco, normalmente en compañía de otros ingredientes como:
- Limón.
- Lima.
- Nuez moscada.
- Leche de coco.
- Ajo.
- Jengibre.
Resulta habitual su uso en todo tipo de recetas de curry de pescado. La galanga, al igual que ocurre con el jengibre, marida muy bien con el ajo. También forma una combinación ideal con zumo de lima y leche de coco.
En estas cocinas asiáticas también resulta habitual añadir un poco de galanga como potenciador del sabor a diversas preparaciones realizadas en el wok. En ocasiones también se añade cortada en rodajas en recetas que incorporan diferentes vegetales.
Su uso también resulta habitual para potenciar el sabor de recetas de pollo y todo tipo de carnes guisadas y asadas.
Cuando la galanga no se usa en polvo, se retira antes de servir debido a que su textura es dura y leñosa.
La galanga es uno de los ingredientes la sopa de pollo con leche de coco tailandesa, el Pla nin thot samun prai tailandés, el bebek betutu belinés o Tempeh, un pastel de habas de soja fermentadas que es una receta tradicional de la cocina de Indonesia.
La galanga es también uno de los ingredientes básicos utilizados para la elaboración de pasta de curry tailandés. También resulta habitual añadir galanga a la conocida mezcla de cinco especias chinas.
También se utiliza en otras mezclas de especias, normalmente junto a especias como:
- Macis.
- Canela.
- Clavo.
- Pimienta negra.
- Cardamomo.
La incorporación de galanga para aportar sabor a diferentes licores resulta habitual en diferentes países. Así, a modo de ejemplo:
- En Polonia la galanga se utiliza para dar sabor al vodka.
- En rusia se utiliza para dar sabor al vinagre y al licor conocido como Nastoyka.
- En Francia se utiliza para elaborar algunas variedades del licor Chartreuse.
En Estonia y Lituania la galanga también se utiliza como especia.
En algunas zonas de Asia resulta frecuente la elaboración de gelatinas y bebidas a las que se aporta sabor con la galanga.
Los tártaros también consumen un té elaborado a partir de galanga.
¿En qué formatos se comercializa la galanga?

La galanga normalmente se encuentra a la venta en 3 formatos diferentes:
- Galanga fresca: es el propio rizoma o tallo subterráneo, tal cual se extrae de la tierra.
- Galanga seca: suele venderse en finas láminas de unos 3 mm de espesor. Estas láminas son un buen sustituto cuando no encontramos galanga fresca.
- Galanga en polvo: una vez seca, se muele hasta convertirla en polvo. Una cucharada de té de galanga en polvo equivale a una rodaja de galanga seca o fresca de aproximadamente 1 centímetro de espesor. La galanga en polvo no tiene un sabor y un aroma tan intensos como los de la galanga fresca.
La galanga fresca es la más aromática. Por ello, en los países del sudeste asiático el uso de la galanga seca o en polvo suele estar limitado a aquellos casos en los que no se dispone de galanga fresca.
La galanga seca o en polvo, aunque también es tremendamente aromática, resulta más dulce y especiada, con un sabor intermedio entre la canela y el jengibre.Si compras galanga seca, rehidrátala en agua caliente antes de utilizarla en la cocina. Una vez rehidratada, el aroma y el sabor serán mucho más próximos al de la galanga fresca.
Si compras galanga en polvo, guárdala en un recipiente hermético. Si quieres conservar todas sus propiedades organolépticas, es mejor consumirla en un corto espacio de tiempo.
Aunque no resulta tan habitual, también es posible encontrar la galanga congelada en rodajas e incluso encurtida. También se comercializa pasta de galanga, pero este tipo de pastas suelen incluir otros ingredientes además de la galanga.
¿Cuál es la mejor forma de conservar la galanga?
Para mantener todas sus propiedades aromáticas, conserva la galanga fresca en la nevera. Envuélvela sin pelar en un papel absorbente y después introdúcela dentro de una bolsa hermética de tipo Zip.
De este modo prolongarás la vida útil de la galanga fresca, que mantendrá todas sus cualidades durante unos días.
Una vez que tienes la galanga envuelta en papel absorbente y dentro de una bolsa hermética, puedes congelarla. La galanga congelada de esta forma mantendrá todas sus propiedades y sabor hasta que necesites utilizarla. Cuando llegue ese momento, no es necesario que la descongeles.
La forma ideal de conservar galanga seca o en polvo es dentro de un frasco hermético. Asegúrate de que el frasco esté bien seco antes de introducir la galanga. De este modo la galanga conservará todo su aroma y sabor durante mucho más tiempo y no se humedecerá.
¿Dónde puedo comprar galanga?
Si no vives en un país del sudeste asiático es muy probable que te resulte difícil encontrar galanga fresca en el mercado. Es posible que logres encontrarla en tiendas gourmet y tiendas especializadas en ingredientes culinarios orientales.
Pero si no vices en una ciudad grande, esta tarea puede ser muy difícil. Afortunadamente hoy en día gracias a Internet podemos conseguir galanga de forma muy sencilla gracias a Amazon, donde puedes encontrar galanga seca, en polvo e incluso galanga fresca importada directamente desde Tailandia.
¿Por qué otro ingrediente puedo sustituir la galanga?
La galanga es un ingrediente con un sabor muy característico y que no encontrarás en ninguna otra especia.
Si vas a hacer una receta con galanga y no tienes este ingrediente en tu despensa y necesitas sustituirlo por otro, seguramente el que tiene un aroma y sabor más parecido es el jengibre.
De modo que el jengibre sería el sustituto natural y más lógico de la galanga en cualquier receta que incorpore este ingrediente.
En cuanto a la cantidades, si vas a sustituir la galanga por jengibre en una receta, utiliza la misma cantidad de jengibre que la que la receta recomienda utilizar de galanga.
¿Son lo mismo la galanga y el jengibre?
No, aunque ambos son rizomas, se trata de plantas diferentes.
Ambas raíces tienen sabores y aromas parecidos pero distintos.
El jengibre tiene un un sabor más fresco y especiado mientras que la galanga tiene un sabor más cítrico que recuerda a las agujas de pino.
Además, la piel de la raíz de galanga tiene un tono más rojizo. Los anillos que la forman destacan más que en el caso del jengibre.
La piel de la galanga resulta más difícil de retirar que la del jengibre. La textura de la galanga es mucho más leñosa que la del jengibre, por lo que te resultará mucho más difícil cortar galanga. Esta textura no se ablanda con el cocinado. Por eso, salvo que utilices galanga en polvo, debes retirar la galanga una vez que haya aportado su aroma y sabor a tus platos.
En el siguiente vídeo, aunque no sepas inglés, podrás apreciar perfectamente las diferencias entre la galanga y el jengibre.