Las empanadillas son una de las opciones de entrante, comida de media mañana o merienda más comunes. Generalmente suelen estar rellenas de verduras con alguna opción de proteína, como por ejemplo atún. Esta receta, es un claro ejemplo de cómo podemos reinventar un plato clásico pensado para ser salado, y convertirlo en una receta dulce. Tal y como vemos, utilizar fruta y frutas deshidratadas es una buena opción para darle un toque dulce a una receta sin necesidad de añadir azúcar.

Esta es una buena opción de incluir frutas en recetas clásicas para mejorarlas, aunque no debemos olvidar que las frutas siempre mejor consumirlas enteras. Las empanadillas son densas calóricamente hablando, ya que se hacen con una masa quebrada que nos aporta hidratos de carbono. También lleva leche condensada, por lo que la cantidad de azúcar añadido aumenta, aunque podemos usar un poco de yogur natural o vegetal para no necesitarla. También suelen freírse, lo que empeora nutricionalmente la receta, así que en este caso vamos a hornearlas para obtener una opción más saludable.

El toque dorado y crujiente de la parte exterior lo conseguiremos pintando las empanadillas con un poquito de huevo, sustituible por aceite de oliva o una mezcla de maicena disuelta en agua fría y una pizca de cúrcuma.

También podemos convertr la rectea en apta para celiacos, simplemente escogiendo una masa quebrada etiquetada como sin gluten, y revisando que el resto de ingredientes también lo sea.

Región: Europa
Servicios: 25 unidades
Dificultad: baja
Tiempo: 45 min.

Ingredientes

  • 400 g de manzana golden
  • 45 g de dátiles deshidratados
  • 45 g de orejones deshidratados
  • 30 g de leche condensada
  • 1 cucharadita de canela molida
  • 1 lámina de masa quebrada
  • 1 huevo criado en suelo
  • Azúcar moreno de caña

Materiales

  • Molde metálico circular
  • Una brocha de cocina

Preparación

Hidrata los dátiles y orejones en un recipiente con agua caliente durante 10 minutos. Mientras se hidratan, pela y corta las manzanas en dados.

Tritura los dátiles y orejones ya remojados con un poquito de agua y viértelos en una olla junto a los dados de manzana, la leche condensada y la canela. Cocina todo durante 10 minutos a fuego medio y reserva.

Extiende la lámina de masa quebrada y córtala con ayuda de un molde circular. Rellena cada círculo con un poco de manzana, ciérralos formando las empanadillas y realiza unos pliegues en los extremos para fijarlas.

Dispón en una bandeja con papel de hornear, pinta con huevo batido y espolvorea un poco de azúcar moreno al gusto para decorar.

Hornea durante 20 minutos en el horno precalentado a 180 ºC y… ¡a disfrutar!