Desde una de mis páginas de recetas favoritas, hoy os traigo una de repostería japonesa.
En la página original catifican esta receta como de dificultad alta, pero os aseguro que es más fácil de lo que parece (y os lo dice alguien cuyo punto fuerte no es la repostería precisamente).
El resultado es vistoso y delicioso. いただきます!!
Región: Asia – Japón Servicios: 15 unidades Dificultad: alta Tiempo de preparación: 1 hora y media Tiempo de cocinado: 20 minutos Fuente: recetasjaponesas.com |
Ingredientes
- 500g harina de media fuerza
- 40g azúcar
- 8g de polvo de té matcha
- 10g sal
- 250ml de agua
- 25g levadura fresca
- 280g de mantequilla
- 1 huevo batido
- 1pizca de sal
Para el relleno:
- Crema pastelera o nata montada
Preparación
Mezcla la sal, el azúcar, el polvo de té matcha y el agua con la harina.
Amasa bien. Puedes poner un poquito de harina sobre la mesa de trabajo si se te pega la masa.
Tapa la masa con un paño y déjala reposar 10 minutos.
Incorpora la levadura fresca con un chorrito pequeño de agua para ayudar a deshacerla. Sigue amasando. Tápala de nuevo y la deja reposar 15 minutos más.
Pon un poquito de harina en la mesa de trabajo y estira la masa con un rodillo. Deja reposar la masa de nuevo, esta vez en la nevera, durante una hora.
Mientras, saca la mantequilla de la nevera, envuélvela en papel film y aplánala con un rodillo aproximadamente del tamaño de la mitad de la masa.
Coloca la pastilla de mantequilla en medio de la masa y con las otras dos mitades de la masa enciérrala como si la estuvieras abrigándola.
Aplana la masa con un rodillo con mucho cuidado de que no se nos enganche por debajo, te puedes ayudar con un poco de harina. Primero en horizontal y luego en vertical. Dobla la masa en dos pliegues, uno sobre otro. Deja reposar en la nevera 10 minutos.
Saca la masa de la nevera y aplana de nuevo con el mismo sistema. Dóblala y vuelve a meterla en la nevera 10 minutos más. Repite el mismo proceso una tercera vez.
Saca la masa de la nevera y vuelve a aplanar la masa, esta vez más fina, aproximadamente 3mm. Corta en tiras largas de 1 cm.
Unta unos moldes con forma de canutillo con un poco de mantequilla o aceite vegetal, enrolla el hojaldre dándoles forma de cuerno. Déjalos reposar una hora y píntalos con huevo batido y una pizca de sal cada uno.
Con el horno precalentado a 200ºC, cuécelos durante unos 15-17 minutos. Una vez que estén bien doraditos, sácalos y déjalos enfriar un poco antes de desmoldarlos. Es mejor desmoldarlos desenroscando, procurando no estirar.
Rellénalos con crema pastelera o nata.
Para unos 15 croissants. Puedes espolvorear por encima un poco de azúcar glass si te gustan más dulces.


